Querido Luis,
Espero sepas que a muchos nos ha dejado muy tristes tu partida, con esa cara de pena onda que viene de muy adentro y todo por ser como siempre has sido.
Me piden desde nuestra querida Asociación que hilvane cuatro letras en tu recuerdo. Nos conocemos desde el día que te acercaste a Asprona, hace ahora algo más de 40 años, en busca de un servicio de atención para tu hijo Luisito.
Como a muchos otros padres te afligía su presente y su futuro, la baja conciencia social existente en el entorno y la escasez de oportunidades y recursos para procurarles la mejor atención. Recuerdo que desde dentro pronto te dejaste contagiar por el entusiasmo, entereza y determinación de las primeras familias de la Asociación y de su empeño por abrir una puerta a la normalización de vuestros hijos con discapacidad con el resto de ciudadanos.
Al poco tiempo empezaste a destacar, bajo tu siempre impenitente recato y modestia, con lo que verdaderamente me atrapó de ti, tu grandeza como persona, tu vitalidad, tus sentimientos, tu determinación y tu permanente y generosa disponibilidad para todo y para todos, para lo que fuere menester, incluso para las tareas más humildes y sacrificadas. No sé cómo te las arreglabas ni de dónde sacabas el tiempo, pero siempre estabas ahí, en la brecha, haciendo también que otros muchos padres, familiares, profesionales y voluntarios nos engancháramos a tu estela.
No se me ha olvidado nunca la entereza con que afrontaste con Trini y Maite la desgraciada pérdida de Luisito y cómo seguiste vinculado a la Asociación después echando una mano, tanto como miembro de la Junta Directiva y en otros tantos frentes. Recuerdo con simpatía y ternura los años que encabezaste el pelotón de limpieza del camino por donde había pasado la Marcha Asprona, junto con tu grupo de Scouts de los que en todo momento te sentías tan orgulloso, a los que siempre vimos contagiados de tu entusiasmo. Como gran deportista que fuiste, también vimos tu impronta durante los diez años en los que presidiste la Federación de Deporte Adaptado de Castilla y León, en los que llevaste hasta las más altas cotas el deporte de las personas con discapacidad en esta tierra y donde también dejaste muchos y buenos amigos.
De este modo Luis, poco a poco, siempre bajo un porte humilde y cercano, una actitud permanente de servicio, por mérito propio, formas parte del panel de personas ilustres que han forjado el genuino y reconocido carácter de la gente de esta casa luchando por mejorar la vida de las personas con discapacidad.
Querido Luis, ruego aceptes este sentido y merecido homenaje de reconocimiento a tu persona y el cariño y gratitud de todos nosotros.
Un abrazo.
Lorenzo González Torres
Valladolid, 6 de mayo de 2022