D. Abundio Calderón (sentado) junto a la Consejera de Familia y Miembros
del Patronato de Fundación Virgen de Llano y Fundacion Personas
– GRACIAS D. ABUNDIO –
Recibo con enorme pena la noticia del fallecimiento de D. Abundio Calderón a quien conocí hace tan sólo dos años. Entre otras razones porque, por unos pocos días, el destino no ha querido que viera funcionando uno de sus últimos proyectos, el Centro de Atención a Personas con Discapacidad que, con su generosa donación ha levantado en Aguilar de Campoo la Fundación Virgen de Llano, constituida con su esposa Dña. Pura Ruíz.
Con motivo del desarrollo en su última fase de este proyecto, tuve la oportunidad de iniciar una relación con él de la que guardo un recuerdo muy grato. Era un hombre de gran talla en muchos aspectos, trabajador, hábil, serio, responsable, correcto, generoso, entrañable, humano, amigo de sus amigos, de trato afable, que se crecía en las distancias cortas.
Un hombre con una gran sensibilidad para el arte, ahí deja su museo, y para las personas aquejadas por algún tipo de dolencias, su centro para la atención a la discapacidad. Todo en Aguilar de Campoo, su pueblo querido que recientemente tuvo el acierto de distinguirle y reconocerle en vida como aguilareño de pro.
Forma parte de ese grupo de personas que dejan huella en los lugares por donde pasan y en el recuerdo de mucha gente, y todo para bien.
En justa reciprocidad a todos sus gestos, el Centro de Atención a Personas con Discapacidad asume el compromiso de recordarle siempre y de estar a la altura de su bondad.
Un recuerdo entrañable y sentido también para su esposa Pura, soporte fundamental e imprescindible en su vida. Gracias a los dos.
Lorenzo González Torres